Barbara Stone no podía creer lo que tenía anotado su jefe en el calendario. ¡Se casaba el veinticuatro de diciembre con alguien cuyas iniciales eran S.E.C.!
Pero, cuando Sam Reed reveló la identidad de su misteriosa futura esposa, Barbara se llevó una sorpresa aún mayor. No sólo S.E.C. significaba secretaria, ¡sino que esa secretaria era ella!
Pero Barbara nunca había pedido un marido como regalo de Navidad, ni en ningún otro momento del año. Que su jefe quisiera una esposa no implicaba que ella tuviera que aceptar ese papel. Al fin y al cabo, el matrimonio no entraba en las obligaciones de su puesto de trabajo. Sólo tenía que conseguir olvidarse de lo irresistible que podía llegar a ser él...
0 comentarios:
Publicar un comentario