¿Por qué el rudo montañés Garret Boyd le resultaba tan irresistible a Toni Carlton? ¿Sería por la ternura que veía en sus ojos azules cada vez que levantaba en brazos a su sobrina huérfana? ¿O sería el fuego que Toni vio oculto en sus ojos desde el momento en que entró a su acogedora casa?
Ella no tardó mucho en poner una sonrisa en el corazón de Garret, y Un deseo ardiente en su alma dolida. Y él enseguida comprendió que la única manera de darle una familia a la pequeña Angie era creer que un papá silencioso y fuerte y una vivaz niñera podían estar predestinados a ser el uno para el otro…
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