Con cicatrices de guerra, el capitán Robert Fawley no tenía ninguna esperanza de que las mujeres todavía le encontraran atractivo. Ninguna querría consentir en casarse con él - excepto - tal vez, la señorita Deborah Gillies, una mujer con tan poca fortuna que un matrimonio de conveniencia podría ayudar a mejorar sus circunstancias.
La poco atractiva y algo tímida, Deborah, aceptó su práctica propuesta - porque estaba a medio camino de enamorarse de él. Tan distante como era Robert, sin embargo, ¿podía tener la esperanza de llegar a su protegido corazón
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