La primera vez que Travis Randell vio, en las tierras de su familia, a aquella increíble belleza de pelo negro azabache, estuvo a punto de denunciarla por allanamiento de morada. Travis había llegado allí buscando un refugio después de que su socio y su prometida hubieran huido con todo su dinero, dejándolo en la ruina. Estaba claro que no tenía ánimo para ser amable con los desconocidos.
Pero Josie Gutiérrez no era ninguna desconocida, era la fotógrafa que se iba a encargar de realizar el folleto del rancho vecino. Además, no había sido la cámara lo que había distraído a Travis… habían sido sus profundos ojos color avellana y aquella encantadora sonrisa. Sin darse cuenta, Travis empezó a sentir la necesidad de ayudarla a ella y al hijo que estaba esperando. Pero, un vez que descubriera el verdadero motivo por el que Josie estaba en el rancho, ¿seguiría Travis creyendo en ese amor perfecto?
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