Kyle queria a Jade. Pero, aunque la atracción que había entre ellos estaba a punto de descontrolarse, algo frenaba a Jade. Fue entonces cuando Kyle encontró por casualidad un diario en el que ella había detallado todas sus fantasías privadas… y decidió hacer realidad todas y cada una de ellas.
Jade no se fiaba de los hombres… de ninguno. Pero el guapísimo Kyle Stephens parecía empeñado en hacerla cambiar de opinión. Parecía el hombre perfecto… hasta que se dio cuenta de que había utilizado una información muy personal para seducirla…
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