La culpa le impedía lanzarse a los brazos de la pasión… Lo último que Eliza Lincoln se esperaba era encontrarse a Leo Valente en su puerta. Cuatro años antes, había vivido con él una tórrida aventura, hasta que se vio obligada a confesarle que estaba comprometida... Pero Leo no había ido a buscarla para reanudar el idilio, sino a proponerle que fuese la niñera de su hija pequeña, ciega y huérfana de madre. Y aunque Eliza no podía rechazar su proposición, temía que el innegable deseo que ardía entre ellos volviera a consumirla. Sobre todo porque en aquella ocasión había mucho más en juego...
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